Sinopsis oficial
Narra la vida de un joven soldado, Iñigo (Ignacio de Loyola), que se vio obligado a renunciar a su carrera militar tras resultar herido en batalla. Lo que se presentaba entonces como una desgracia, se tornó a raíz de encontrarse postrado en cama y con nuevas lecturas con un repentino deseo ardiente de convertirse en un santo. Desde entonces, el joven y pasional Loyola, se encontrará inmerso en una nueva batalla: la de enfrentarse con la incredulidad, el rechazo de la gente más cercana, y la necesidad de luchar por encima de todo contra sí mismo.
La crítica -
Por J.M.S.
Hombre, soldado, pecador, santo, esos términos que aparecen en el cartel de la película, algunos aparentemente antagónicos, son una buena descripción de la figura del famoso santo vasco fundador de la Compañía de Jesús (Jesuitas). El responsable total ha sido un filipino, el director y guionista Paolo Dy, que se ha atrevido a realizar un acercamiento bastante innovador en imágenes a la figura de Ignacio de Loyola .
Un biopic donde no faltan los elementos oníricos (algunos innecesarios) pero que, sin embargo, describe toda la vida de este hombre: desde sus primeros pasos en el Ejército hasta su conversión durante la convalecencia que pasó tras ser herido en combate. Pasional y luchador, en el mismo se transmiten momentos delicados de su vida, como sus problemas con la Inquisición, las tentaciones que sufrió e, incluso, sus primeras andanzas como un hombre mujeriego.
El apartado espiritual está narrado de forma respetuosa y ortodoxa, en lo que más flojea es en su puesta en escena donde se vislumbra en las secuencias de batallas (como el asalto de Pamplona) su bajo presupuesto. El madrileño Andreas Muñoz, conocido por sus intervenciones en series televisivas como Mar de plástico, realiza una actuación más que correcta metiéndose en la piel de Ignacio de Loyola.