La séptima de abono dejó el triunfo de Miguel Ángel Perera, quien volvió por sus fueros en su segunda tarde del abono, y de Ginés Marín, ambos por la puerta grande. La cruz fue para Antonio Ferrera, quien fue cogido por el segundo de su lote en su valiente final de faena y tuvo que ser operado en la enfermería de una cornada de 10 centímetros en la parte posterior del muslo izquierdo.