El calor no impidió que centenares de tamborileros respondieran al llamamiento de la Asociación de Amgios del Tambor y saliera a la calle, primero para concentrarse con ellos en la Avenida de la Constitución, junto al Monumento al Tambor, y después recorriendo calles y establecimientos hosteleros para comer y esperar la llegada de la tarde y el transcurso de la procesión más larga.