El año 2017 ha comenzado con dos subidas que, a priori, favorecen a dos colectivos de ciudadanos con menos solvencia: los pensionistas y los trabajadores con un salario mínimo. A los primeros les ha incrementado, de media, su prestación un 0,25%, mientras que el Salario Mínimo Interprofesional aumenta un ocho por ciento, dando un paso más hacia la pretensión de llegar a los 1.000 euros en 2020.