El Albacete jugó muy irregular y sus llegadas llevaban poco peligro. Un mano a mano entre Héctor y Alcolea, que ganó el guardameta del Toledo, fue su ocasión más clara, mientras que Tomeu tuvo que intervenir en numerosas ocasiones. Cuando el partido parecía abocado al 0-0 el Toledo encontró el pasillo y Jordan lanzó un zapatazo ante el que nada pudo hacer Tomeu.