Años de esfuerzo, de cuadrar cuentas, de cobrar sueldos paupérrimos, de ingeniar un sinfín de actividades para poder salir a flote. Abrieron en los años más difíciles de la crisis. La falta de espectadores les puso la soga al cuello... Y a pesar de ello, su amor por el teatro les ha permitido reflotar la única sala alternativa de teatro de España que, hasta hoy, no recibe una sola ayuda.