La reforma procesal de finales de 2015 se hace notar en los datos de 2016, porque los atestados policiales sin autor conocido ya no llegan a la estadística, lo que supone una bajada del 56% en el recuento de diligencias urgentes. En el capítulo de infracciones penales más graves no figura la incoación de casos de asesinato, pero sí de cinco homicidios y nueve homicidios por imprudencia.