Hace 30 años, la Audiencia Nacional acogía el juicio contra 38 aceiteros acusados de intoxicar a centenares de personas con aceite de colza. La mayor parte de los albacetenses que tomaron el tóxico residían en la capital, y un caso en Villarrobledo. El caso más mediático en la provincia, el de los hermanos Céspedes, resultó ser una falsa alarma, según recuerda su madre, Dolores Tercero.