Álvaro Arroyo, que se encontraba en un excelente momento de forma, venía arrastrando algunas molestias que se agravaron tras el partido contra el Mallorca. Los médicos decicieron que ayer no se entrenase y se realizara unas pruebas. A última hora se le realizó una resonancia magnética que ha revelado una rotura de grado dos en el adductor de su pierna izquierda. El club, como es habitual, no informa del tiempo que deberá estar de baja, pero por el tipo de lesión se estima que estará en el dique seco entre dos y cuatro semanas.