Más de 100 personas fueron llamadas a testificar por la Policía Judicial de la Guardia Civil de Villarrobledo, dentro de la Operación Semicorchea. Esta investigación se basa en la denuncia del Ayuntamiento de Munera hacia un trabajador del Consistorio, acusado de daños informáticos, descubrimientos de secretos y violación contra la intimidad, tras instalar un programa espías en ordenadores.