En enero, el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha (TSJC-LM) realizaba una reorganización de su seguridad, que suponía una mayor presencia de la Guardia Civil en su sede. Sin embargo, seis meses después se ha optado por volver a la vigilancia privada, que ha regresado hasta que el número de guardias civiles en segunda actividad sea lo suficientemente amplio como para hacerse cargo.