Este suceso ocurrió en la N-211, en Selas (Guadalajara) cuando la Guardia Civil dio el alto a J.G.S., de nacionalidad española y 42 años, que dio en las pruebas de alcoholemia unos resultados de 1,01 y 0,92 miligramos de alcohol por litro de aire espirado rebasando en casi 4 veces el límite permitido para los conductores de furgonetas. Destaca que iba a declarar ante el juez por un delito similar.