El expresidente del Gobierno y del PP José María Aznar negó ayer cualquier relación con la trama Gürtel, o con su cabecilla, Francisco Correa, al tiempo que rechazó la existencia de una caja B en su partido, del que se mostró «orgulloso». En una tensa comparecencia en la comisión de investigación creada en el Congreso para analizar la presunta financiación irregular del bloque conservador, el madrileño, que llegó acompañado del actual líder del partido, Pablo Casado, respondió con ataques a prácticamente todas las preguntas que se le formularon, y fue especialmente duro con el portavoz adjunto de ERC, Gabriel Rufián, y el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias.

Así, reprochó al PSOE la investigación sobre los ERE en Andalucía, tachó de «golpista» a Esquerra, vinculó a EH Bildu con el terrorismo etarra, apuntó a casos de corrupción en el PNV y acusó a los morados de recibir dinero de Venezuela o Irán.

«Yo no conocía al señor Correa ni contraté al señor Correa», manifestó respecto al líder de la trama, condenado a 51 años de prisión por la Audiencia Nacional y cuyas agencias de viajes y de eventos trabajaron para Génova en la etapa en la que el antiguo inquilino de La Moncloa dirigía el partido (1990-2004).