El Atlético inicia hoy el descomunal desafío de la Champions al enfrentarse a un enorme reto en octavos contra la Juventus (21,00 horas/Mov. L. de C.) y Cristiano Ronaldo, que multiplica la complejidad del viaje hacia un destino anhelado, la final en el Wanda Metropolitano.

El estadio rojiblanco, abarrotado para la cita, señala el camino para el bloque de Simeone, que no está ni en su mejor momento ni es el favorito, pero que asume la magnitud del primer obstáculo con la naturalidad y la ambición de un equipo que sabe que el objetivo es la ‘Orejona’.

El deseo es latente con una competición que es ya una obsesión para los colchoneros, inconformistas y ambiciosos con un torneo al que regresan contra uno de los ‘favoritos’.

Enfrente, la ‘Vecchia Signora’ y ‘CR7’, un rival que nadie quería y que exige la mejor de las versiones para el equipo que se proponga doblegarle, pero que a la vez sitúa al Atlético en una posición que le gusta, alejado de los focos de ser favorito y preparado para romper cualquier pronóstico.

Al servicio de la causa, además, están Jan Oblak y Antoine Griezmann, dos hombres determinantes para cualquier desafío que se propongan y dos piezas imprescindibles para el actual ‘Atleti’, aún más en los últimos encuentros, resueltos desde las paradas del esloveno hasta los goles y las asistencias del francés, un elemento esencial para 15 de los últimos 19 tantos entre todos los torneos del equipo.

Mientras, la ‘Juve’ llega con toda su plantilla a disposición, salvo Cuadrado y Khedira, a la cita en el Metropolitano y con Cristiano Ronaldo como arma especial para progresar en su camino europeo.

Tras reforzar su liderato en la Serie A, el conjunto de Allegri está decidido a dar este año el asalto definitivo a la Champions. Deberá cambiar la dinámica que en los últimos años le vio estrellarse contra equipos españoles.