La abundancia de riqueza organica existente en estos momentos en los suelos de las sierras y montes de Almansa, provocada por los efectos de las nevadas del pasado mes de febrero, es imposible de cuantificar, aunque si se puede afirmar sin temor a equivocarnos, que han sido miles de pinos carrascos los que han sufrido de forma evidente el efecto de las nevadas del mes de febrero.