La labor de Asprona va mucho más allá que un cometido asistencial con las personas con discapacidad psíquica y sus familias, que no es poco. Durante los meses de julio y agosto, bajo la fórmula de campamentos urbanos, atiende, por un lado, a niños y adolescentes que disfrutan con una programación cultural y de ocio, complementando así a las escuelas de verano municipales.