La anunciada medida de un nuevo impuesto al combustible diésel en la próxima ley de Presupuestos Generales pone en guardia a los profesionales que más afectados están por el gasto de desplazamiento, transportistas de todo tipo que salen cada día a la carretera y también distribuidores. Los cálculos del Gobierno apuntan a una subida de 4,6 céntimos de euro por litro, lo que se traduce en un encarecimiento anual de casi 40 euros para un vehículo que cubra los 15.000 kilómetros. Son cifras que preocupan y añaden incertidumbre a sectores que ya sufren una evolución de los precios del carburante. En septiembre, el precio medio del litro de diésel fue en Albacete de 1,259 euros, cuando un año antes era de 1,109.

Enrique Jiménez, presidente en Albacete de la Asociación de Transporte de Mercancías (Atralba), explicaba que «no es difícil calcular el gasto que supondrá, un camión puede hacer entre 10.000 y 14.000 kilómetros al año, pero no sabemos aún lo que va a suponer, se nos ha dicho que es un dinero que se nos devolverá como lo que se nos devuelve por gasóleo profesional, pero esta devolución es teórica». De la Asociación de Transporte Discrecional, con más de 40 empresas de autobuses de la provincia, se señalaba la misma preocupación. Su presidente, Diego Pérez, explicaba que «cualquier subida nos afecta porque para nosotros es el 50% de los gastos que tiene una viaje para una empresa de autobuses; un autobús escolar puede hacer al año de 50.000 a 60.000 kilómetros, los otros autobuses puedan hacer incluso más de 100.000 kilómetros».

en la capital. También los distribuidores de Albacete ven en la subida un coste a tener en cuenta. Carlos La Orden, presidente de la Asociación Provincial de Distribuidores, indicaba que «esta subida del diésel coincide con el descuento que nos hacen las empresas que nos suministran, así que ese descuento que tenemos lo perderíamos, va a hacer mucha pupa». Más información en edición impresa