«Uno nunca deja de ser obispo»

I.M.
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Desde ayer monseñor Ángel Fernández es el nuevo obispo de la Diócesis de Albacete, en sustitución del también monseñor Ciriaco Benavente, hoy por hoy, obispo emérito de la Diócesis.

¿Cómo le viene a monseñor Ciriaco Benavente su vocación religiosa?

Soy extremeño. Me crié en el campo  en una población cercana a Plasencia y en eso de la vocación se puede decir que en mi caso la culpa fue de un maestro, pues fue él el que se empeñó en que yo tenía que estudiar. Pero entonces en los pueblos estudiaban las familias más pudientes aunque había la posibilidad de conseguir alguna beca e ir a un seminario y allí me voy, simplemente porque me llevaron, pues yo no había sido ni monaguillo siquiera. Luego llegaron los años de la adolescencia, de la juventud, de los amores y es entonces cuando me viene la lucha de si voy a continuar o no, y me opción fue, sin embargo, la de continuar y la verdad es que nunca he dudado de que ese fuese mi camino.

¿Cuál fue su trayectoria hasta llega a Albacete?

Tras estudiar en el seminario de Plasencia y en un ambiente muy rico culturalmente hablando me voy de sacerdote a Bejar que, aunque está en la provincia de Salamanca pertenece a la Diócesis de Plasencia, y allí estoy durante 13 años, de sacerdote. Allí  se puede decir que hice mi trabajo de base como vicario parroquial y como párroco. Tras este paso me voy de rector al seminario, cometido, en el  que estoy varios años, para luego ser director espiritual, delegado del clero en la diócesis, vicario general y obispo de la Diócesis Coria-Cáceres durante unos 15 años. Coria es una de las diócesis más antiguas de España hasta que en los años 50, dado el crecimiento de  Cáceres, y siguiendo el ejemplo de otros lugares, la Diócesis Coria pasará a ser la Diócesis Coria-Cáceres.  Y de aquí me vine a la de Albacete, en donde he estado durante casi 12 años como su quinto obispo en la sucesión.

¿Y cuándo dejó de ser el obispo de esta Diócesis?

Dejé de serlo una vez tomó posesión mi sucesor en la ceremonia que se celebró en la catedral, que fue presidida por el Nuncio, por el representante del Papa en España y ante el Gobierno nacional, Renzo Fratini, y que contó con la asistencia de unas treinta personas en representación de la Iglesia, entre cardenales, arzobispos, entre ellos, el de Toledo, obispos y sacerdotes.  

A mi me tocó dar la bienvenida al nuevo y precisamente  tras esa toma de posesión es cuando paso a ser obispo emérito, pero uno nunca deja de ser obispo. 

¿Piensa irse o quedarse en la Diócesis albacentense?

De momento me voy a mi tierra  porque creo que también es bueno que el nuevo obispo, en este sentido, se sienta más libre, más independiente. El nuevo obispo estaría encantando de que  me quedase aquí, pero prefiero irme, aunque debo reconocer que volveré por aquí. 

Quién sabe, igual al final acabó estableciéndome aquí, pero eso, no obstante, ya se verá. Me voy pero no tengo prisa por irme y de hecho el lunes me iré desde aquí directamente a Madrid porque se da la circunstancia de que al año la Conferencia Episcopal  programa dos asambleas plenarias y el lunes comienza una. De Madrid me acercaré  mi tierra, a Plasencia, para conocer la residencia, la casa sacerdotal, en donde voy a estar ,y desde Plasencia me trasladaré de nuevo a Albacete para recoger parte de mis cosas, pues mi intención es también dejar el resto aquí, en mi apartamento del Seminario.  De momento me quedaré por allí pero ya vendré por aquí.

¿Qué tiene que decir, no obstante, ya no sólo de su sucesor, sino también de su equipo?

Las miles de personas que han colaborado en la Diócesis, desde luego, me han hecho la vida mucho más fácil, lo que quita para que haya habido problemas o que se hayan cometido errores. 

No obstante, ha sido una estancia maravillosa y estoy muy agradecido con todos y por supuesto, con el equipo de gobierno que he tenido, con los vicarios en general y con los vicarios territoriales de zona.

En cuanto a mi sucesor, le diré que ya lo conocía de antes porque somos de la misma provincia eclesiástica, la de Toledo.  

Ángel Fernández era el obispo auxiliar de Toledo desde el 28 de junio del 2013, le conozco muy bien, es un hombre muy bueno, muy sencillo, su preparación intelectual es muy buena y su especialidad ha sido la historia, la investigación histórica y tiene varias publicaciones

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