El día 10 de septiembre, el hasta ese día alumno de la Escuela Taurina de Albacete, Adrián Villalba, debutaba con picadores en la plaza de Albacete, dentro del abono de nuestra feria, y lo hacía junto a Cristian Pérez y José Fernando Molina, quedando su actuación algo ensombrecida por el triunfo de Molina, pues tras sus dos buenas actuaciones, la espada obligó a que todo quedara en sendas ovaciones, sin que su debut tuviese el relumbrón que de haber entrado la espada a la primera, hubiese tenido. Además, durante la lidia de su segundo novillo, sufrió una cogida que le ocasionó un fuerte golpe en el hombro del que ha tenido que recuperarse durante un buen tiempo. Ahora, tras su total recuperación, vuelve a los entrenamientos, con la ilusión intacta y dispuesto a que todo cambie, tal y como ha señalado en la conversación mantenida con este diario.

«Tras la novillada estuve 40 días rehabilitándome la lesión del hombro que me produjo la voltereta que me dio mi segundo novillo, y hasta casi el final del mes de octubre ya empecé a entrenar, haciendo lo mismo que el año pasado, estudiando y entrenando. Cuando me cogió el novillo, caí con el hombro y me produjo una luxación acromioclavicular en grado dos, igual que la que tuvo Sergio Ramos, así que ya estoy recuperado y como decía estoy entrenando de salón y hace una semana, me enteré de un tentadero al que iba el maestro Rubén Pinar en la ganadería navarra de Santafé Martón y me fui a la tapia, con la suerte de estar muy a gusto con una vaca, por lo que al día siguiente me echó una vaca para mí como invitado. Era lo primero que toreaba desde el debut y lo pillé con ganas, además eso ya casi nadie lo hace ya que casi todas las vacas las tienen comprometidas, por lo que es un detalle a tener en cuenta».

Es curioso que, desde hace ya varios años, hasta los novilleros que han debutado con picadores vayan de «tapia» a los tentaderos, cosa antes que se reservaba a los becerristas o novilleros sin picadores. «Es lo habitual hoy en día, y lo hacen muchos novilleros que ya han debutado con picadores, como lo ha hecho Mario Sotos, Borja Collado, de Valencia, que me dijo el otro día que si podía orientarlo de algún tentadero, en fin, es algo habitual entre nosotros, ya que como los ganaderos tienen tantos compromisos, las vacas se las echan a los matadores de toros, aunque hay algunas ganaderías que prefieren a los novilleros ya que los matadores les tapan los defectos y si una vaca es buena, donde se ve de verdad es en manos de un novillero».

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