Dos tendencias totalmente opuestas. La almendra y el pistacho. La primera no pasa por sus mejores momentos, sobre todo por la caída de los precios. El segundo sigue su vertiginoso progreso de cultivo en Albacete y en el resto de Castilla-La Mancha, aunque los frutos del pistacho suelen tardar mucho más que los del almendro y la inversión económica es mayor.