Tras el tremendo susto que se llevaron los vecinos de Ayna en la madrugada del viernes al sábado como consecuencia del desprendimiento de grandes rocas sobre la carretera CM-3203, llega el momento de estudiar cómo actuar para evitar nuevas situaciones de peligro. El Gobierno de Castilla-La Mancha ha comenzado a evaluar los efectos del siniestro.