CCOO y UGT dieron una rueda de prensa en la que confirmaron los «indicios» de presuntas «irregularidades» graves cometidas en los procesos de selección de personal desarrollados entre 2012 y 2015, pero también rechazaron que se meta a todos los trabajadores en un mismo saco, pues incluso en el período investigado hubo gente que entró de forma «limpia»