La plantilla del Ayuntamiento de la capital albacetense va envejeciendo a marchas forzadas y si se llevara a cabo una pirámide de edad la base sería muy estrecha. En el Consistorio trabajan más de 1.000 empleados públicos y casi la mitad tiene entre 50 y 59 años, mientras que menores de 30 años sólo se contabilizan ocho empleados.