Todos los bloques de más de ocho pisos fueron inspeccionados para conocer sus riesgos y recursos con los que hacer frente a un posible incendio. En 1985 se limitó a nueve alturas más planta baja la construcción por consejo del Servicio Contra Incendios. Menos del cuatro por ciento de los incendios ocurridos en viviendas en el último lustro en la ciudad se originaron en bloques de más de 9 plantas.