Pilar Álvarez-Valdés, de la Hospitalidad, dijo que todo había resultado según lo previsto, «el cambio en la fecha del viaje ha resultado muy positivo, porque hemos podido descansar más al estar allí otra noche». Cabe recordar que el convoy partió este año de día y llegaba al santuario a la hora de la cena, una circunstancia que resultó mucho más cómoda especialmente para los enfermos.