Desde julio de 2015, los dos hospitales de la capital albacetense han dejado de prescribir medicinas mediante papel, y todo se hace digitalmente. Se trata de la última fase del plan Mambrino XXI, y cuyos resultados han sido óptimos. Desde el Sescam afirman que se ha ganado en seguridad y rapidez a la hora de dispensar los fármacos a los pacientes. La experiencia se exportará al resto de la región.