La británica Emily Blunt, que será la estrella de estas navidades siendo Mary Poppins, acomete lo que, probablemente, sea el proyecto más personal de su carrera, dando vida a una madre de familia que, junto a su marido e hijos, lucha por sobrevivir en un mundo posapocalíptico donde nuestro planeta ha sido invadido por unos monstruos que cazan a los seres humanos guiados por cualquier sonido que emitan. Por tanto, la única manera de sobrevivir es permanecer en silencio.John Krasinski, su marido en la vida real, es ahora su esposo en pantalla, además de ser el escritor, director y productor de Un lugar tranquilo, el thriller que triunfó en la taquilla mundial, y que ya está en DVD y Blu Ray.

Debe haber sido este proyecto muy especial para usted. 

Sí, fue muy personal. Y no solo por el hecho de estar trabajando junto a mi marido, sino también porque sentí una conexión especial con el personaje. Suelo interpretar a mujeres que son muy distintas a mí, pero no en este caso.

¿Cómo describiría a Evelyn? 

Es una mujer que sabe cuidar de su familia y crear un buen ambiente a su alrededor, pese a la terrible situación en la que se encuentran, y que al mismo tiempo es una luchadora que nunca se rinde. Y la admiro por todo ello.

Háblenos de la experiencia de rodar una película sin apenas poder hablar.

Fue emocionante, ya que hay una pureza a la hora de hacer algo así, porque no hay recursos técnicos en los que apoyarte y cada momento tiene mayor veracidad. Por fortuna, sabía que John y nuestro director de fotografía serían capaces de capturarlo todo en cámara. 

El hecho de que no haya diálogos apenas es todo un aliciente, ¿no?

Que un tipo de película que se sustenta habitualmente en los ruidosos efectos-golpes de sonido se pase al lado contrario... ¡ya resulta estimulante y novedoso! Pero que, encima, toda la parte dramática, el verdadero corazón de la película a mi entender, que es la relación entre los miembros de esa familia, se tenga que mostrar con gestos y no con palabras me parece un acierto y una maravilla. El amor, porque el filme va de eso, del amor, no necesita expresarse con palabras. En eso tenemos el ejemplo de las grandes actrices del cine mudo y cómo eran capaces de transmitir sentimientos tan extremos como la felicidad, la tristeza o el terror. Si he logrado capturar algo de su legado ya me sentiré dichosa.

¿Y cómo se sintió al rodar esas escenas junto a su marido?

Creo que trabajamos muy bien juntos, hasta el punto de que el proyecto se convirtió casi en una experiencia familiar.

Ha trabajado con grandes directores en su carrera. ¿Cuáles diría que son las cualidades de John?

Es espontáneo y gran colaborador. Muy dinámico, sabe lo que quiere, pero al mismo tiempo no tiene problema alguno a la hora de incorporar las ideas de otros. Y pone su alma y sentimiento en todo lo que hace, que es lo que más admiro de él.

Y los chicos que interpretan a sus hijos realizan un gran trabajo.

¡Son increíbles! Todas las días John y yo nos sentíamos tan afortunados por tenerlos. Son grandes actores, y muy profesionales.

Es admirable ver cómo su marido ha decidido dar el salto a la dirección y trabajar en distintos géneros, en vez de quedarse en la comedia, donde ha tenido tanto éxito.

Así es, y me alegro que el mundo tenga ahora la oportunidad de ver lo que es capaz de hacer.

¿Qué tal se lleva eso de ser la próxima Mary Poppins?

Ha sido vivir un cuento, un sueño. De repente, me vi paseando por unos decorados, en un universo que tengo en mi corazón desde niña.