El recorrido será igual al del año pasado, con una orografía llana y por caminos paralelos a la vega del río Quéjola, buscando la sombra en la medida de lo posible. En el kilómetro 11 se entrará de nuevo al núcleo urbano, aunque todavía restarán 900 metros por los dos carriles del Paseo de la Libertad antes de pisar la alfombra de cronometraje.