La Catedral de Albacete, completamente llena, lució sus mejores galas para celebrar los 25 años de ministerio episcopal del obispo de Albacete, Ciriaco Benavente Mateos, que estuvo acompañado por su familia, más de 100 sacerdotes y numerosos obispos, entre éstos, Braulio Rodríguez Plaza, arzobispo de Toledo y primado de España.