El procesado admitió su culpa y el delito de desobediencia grave del que estaba acusado por su incursión en el campo de maniobras. El 3 de noviembre de 2015 la Guardia Civil había advertido a J.C.D. de que no podía entrar en la zona de adiestramiento, y pese a ello volvió a hacerlo ocho días después.