El hombre acusado de haber encañonado a dos guardias civiles y a dos parientes ha reconocido los hechos y ha recibido una condena de 23 meses de cárcel, por lo que no entrará en prisión si no delinque en tres años y cumple con un tratamiento contra el alcoholismo. Los hechos se remontan a enero de 2015, en una finca de Alatoz, y el acusado había tomado litro y medio de vino.