El riesgo de reacción anafiláctica en niños y adultos por picaduras de avispas o abejas, se incrementa en los meses de verano, por ser la época del año en la que más salimos al aire libre y por tanto estamos expuestos a estos insectos. Sin embargo, el riesgo de que suceda y que se complique y pueda llevar a causar la muerte, es casi excepcional, y sólo ocurre en un 0,08 por millón de habitantes.