Un día después de que el Gobierno entregara a Marruecos a 24 de los 30 inmigrantes que llegaron el pasado viernes a las islas Chafarinas a bordo de una patera, aplicando el Acuerdo de Readmisión firmado entre ambos países en 1992, un sin papeles perdió la vida ayer en la valla de Melilla, tras un nuevo salto masivo en el que participaron 300 subsaharianos, de los que 200 lograron entrar a la Ciudad autónoma, y que se saldó también con 19 indocumentados y seis guardias civiles heridos.

Los agentes no requirieron asistencia sanitaria, mientras que los inmigrantes fueron atendidos en el servicio de Urgencias del Hospital Comarcal de Melilla, con heridas leves, cortes y «alguna que otra fractura», señaló la delegada del Gobierno de la ciudad, Sabrina Moh.

El fallecido, un varón de quien al cierre de esta edición se desconoce la procedencia y edad, fue localizado por la Guardia Civil «inmóvil en el suelo», en una inspección ocular de la zona después de producirse el salto, por lo que los servicios sanitarios intentaron reanimarlo durante unos 40 minutos sin éxito.

A la espera de conocer los resultados de la autopsia, todo indica que la muerte del hombre obedece a una parada cardiorrespiratoria, explicó Moh.

El salto se produjo a las 09,00 horas de la mañana, a plena luz del día, en las proximidades de los Pinos de Rostrogordo, la zona más alta de Melilla.