Madrid estrenó ayer Madrid Central, un sistema de restricciones al tráfico de coches por el centro de la capital para mejorar la calidad del aire y disminuir el ruido, en un proyecto pionero en Europa por su ambición e impacto.

El arranque de la iniciatica generó satisfacción en el equipo de Carmena por la reducción del tráfico detectada sin mediar aún sanciones. 

En esta primera jornada, el Consistorio detectó una reducción del tráfico de entre un 20 y un 50 por ciento en la zona central y en las zonas colindantes, donde hubo normalidad circulatoria, con algunas aglomeraciones habituales en los bulevares.

La iniciativa establece una zona de 472 hectáreas -casi la totalidad del núcleo de la ciudad- por la que solo podrán circular residentes, transporte público y los automóviles menos contaminantes, en particular híbridos y eléctricos.