E.D.A., la mujer que ayer fue juzgada en el Penal número 2 por un delito de denuncia falsa, reconoció que «en septiembre del 2005 acudió al Puesto de la Guardia Civil de Tobarra y denunció, a pesar de no era cierto pues la relación había sido consentida, que J.G.V. para quien trabajaba y residía en su casa como empleada de hogar, aprovechándose de su situación de necesidad, le ponía un cuchillo en el cuello y la obligaba a mantener relaciones sexuales con penetración, o bien la obligaba a subir por la fuerza en su coche y la trasladaba a una zona despoblada y tras amenazarla tenía que yacer con él obligada, o la retenía en su domicilio sin permitirla salir». Igualmente reconoció que «si obró así fue al conocer que el perjudicado tenía una nueva relación y que conjuntamente con su nueva pareja la habían denunciado».

MÁS INFORMACIÓN EN EDICIÓN IMPRESA