La Gineta CF es el último caso de la grave crisis económica que también agita a la Tercera División, cuyos gastos en modo alguno pueden adaptarse al nivel de ingresos de los clubes.

El pasado lunes, la directiva abonó las mensualidades de agosto y septiembre a la plantilla, pero también le anunció que a partir de ahora ya no se podrá hacer frente a las mismas, en función del desfase presupuestario derivado de la escasez de ingresos.

La noticia cayó como un jarro de agua fría en los jugadores y técnicos, que acababan de ganar en Hellín un partido muy importante para su supervivencia deportiva.

El colapso económico de la entidad ha llegado ya en octubre, en función del incumplimiento de un presupuesto irrealizable para un club como el Spórting. La directiva, en la creencia de que podría cumplirse, elaboró un presupuesto de gastos de 100.000 euros (18.000 más que en la campaña anterior), contemplando también los mismos ingresos.

Pero la situación económica y las perspectivas irreales han hecho que, por ejemplo, sólo se hayan ingresado 4.000 euros de los 15.000-20.000 previstos en concepto de abonos, como tampoco se han podido ingresar los 6.000 euros que el Ayuntamiento debería haber abonado de la temporada pasada, ni los 10.000 previstos en el nuevo convenio. Hay que recordar que el Consistorio de La Gineta debe dos meses de salario a sus propios trabajadores.

A todo ello hay que añadir la falta de patrocinios por parte de la empresa privada, que también está siendo azotada por la crisis.

De esta manera, el presidente ha abierto la puerta a otorgar la carta de libertad a los jugadores que quieren cambiar de aires, lo cual es muy probable en su mayor parte. Anoche estaba prevista una reunión a la que invitaron al propio mandatario, que declinó la invitación al encontrarse fuera de la localidad. Hoy tiene previsto mantener un encuentro con ellos.

Por su parte, Pedro Arenas también se ha visto sorprendido por el anuncio, como reconoció ayer a este diario. «Estaba con mucha ilusión de hacer un buen papel y no esperábamos esto porque de haberse sabido se podía haber hecho un equipo de otra manera», señaló, y también mostró su desconcierto en estos términos: «Tenemos un partido de rivalidad provincial en un campo dífícil, pero estamos sin entrenar, sin saber quién va a ir, sin planificar el partido, y estamos a la espera de saber qué pasa».

«Hay algunos jugadores que se van, otros que probablemente aguantarán hasta que encuentren otra cosa, o igual se plantan todos. Se puede jugar con juveniles, pero en un partido debes tener un mínimo de siete jugadores de la primera plantilla en el campo. Tampoco sé si se jugará esta semana y la siguiente ya no se presentan», dijo el técnico.

Hace tres temporadas, Arenas se comprometió a reflotar el fútbol en el club en un momento dífícil, y de la mano del malogrado Julián Reneses construyeron una directiva, precisamente la actual. Por ello, el técnico señaló ayer: «Me sabe mal dejarles en la estacada porque hayan cometido un error de cálculo en el presupuesto o no se hayan movido lo suficiente.  De alguna forma di el empujón para que entrasen en su momento», declaró.