Un total de 12 detenidos, más de 56.000 dosis de cocaína fuera del mercado y más de 23.000 euros en metálico incautados, además de la práctica desarticulación de una red que operaba en las provincias de Albacete y Valencia.

Este es el balance de la llamada operación ‘Quebrada’, desarrollada desde mediados del pasado año y cuyos resultados se dieron a conocer ayer por parte del subdelegado del Gobierno en Albacete, Federico Pozuelo.

La operación sería un éxito más de los habituales en la lucha de la Guardia Civil contra el tráfico de drogas, de no ser por un rasgo bastante particular de la red que, a la postrem, fue lo que provocó su caída, según Pozuelo.

«Esta red extorsionaba a las personas que se dedicaban a la venta al por menor, esto es, al menudeo -señaló- y eso fue, al final, lo que puso a la Guardia Civil sobre la pista, porque uno de las personas extorsionadas presentó una denuncia».

A raíz de la denuncia, se iniciaron unas investigaciones que desvelaron el alcance y operaciones de la red, que traía cocaína desde Colombia a través del aeropuerto de Madrid-Barajas.

«Esta era tarea de dos súbditos colombianos -indicó Pozuelo- y eran quienes transportaban la droga en el interior del doble fondo de varios vehículos, hasta llegar a Albacete, donde la droga se guardaba en el piso de un ciudadano de origen búlgaro».

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