Los actos conmemorativos del 310 Aniversario de la Batalla de Almansa transformaron ayer la ciudad de Almansa en una Torre de Babel increíble, en una amalgama de color y un ambiente magnífico en el que, dentro de la más absoluta normalidad, confraternizan visitantes internacionales de países tan remotos como Noruega e Irlanda, con ciudadanos provenientes, mayormente de la Comunidad Valenciana.