El de ayer no fue un día cualquiera para el sector de la cuchillería albaceteña, uno de los pilares económicos de la provincia y una actividad con más de seis siglos de historia a sus espaldas, que tiene como espada de Damocles a todos los productos fabricados en países asiáticos y marcados como si fueran de Albacete.

El Parlamento Europeo aprobó, lo trató en su sesión plenaria matinal y lo sacó adelante en la votación realizada a las seis de la tarde, la directiva sobre la Seguridad de los productos: indicación obligatoria del país de origen y controles de mercado. «Es una norma muy amplia pero fundamental para nosotros porque en su artículo 7 dice claramente que todos los productos fabricados fuera de Europa y que entren por sus fronteras deben indicar obligatoriamente el país de origen», resaltó a este diario el presidente de Aprecu, Juan Andrés Barbero, y eso con ello se da cumplimiento a la reivindicación del Made In tan ansiada por un sector económico que se ha visto enormemente perjudicado por los fraudes y copias.

«Hace un par de semanas, el director de la Oficina de Castilla-La mancha en Bruselas -explicó Barbero- nos comunicó que el debate se había fijado para un día entre el 12 y el 15 de abril», para antes de Semana Santa, y ayer el orden del día de la sesión plenaria europea lo confirmaba. «Estamos muy contentos y creemos que lleva buena marcha», decía el presidente de Aprecu, que recordó cómo «hace un par de años, se aprobó en dos votaciones y la tercera y definitiva finalmente no se realizó y la directiva se echó para atrás».

En este caso, esta regulación lleva un importante trabajo a sus espaldas. De hecho, el año pasado fue la eurodiputada castellano-manchega Pilar Ayuso quien visitó la ciudad y se reunió con estos profesionales para darles cuenta de en qué iba a consistir y cómo beneficiará a los cuchilleros, además de a otros muchos sectores -no afecta a los alimentos ni a medicamentos- en la misma situación.

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