La pésima relación personal y política y la ruptura de los contactos entre el jefe del Ejecutivo en funciones, Mariano Rajoy, y el líder del PSOE y candidato ya formal a la Presidencia, Pedro Sánchez, se hizo ayer más evidente que nunca, poniendo en cuestión la continuidad del pacto de Estado sobre Cataluña, como confirmó la propia vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría.
El enfrentamiento entre ambas formaciones surgió tras la celebración del Consejo de Ministros, donde se decidió acudir al Tribunal Constitucional para plantear un conflicto de competencias contra la Generalitat por su intención de crear un Departamento de Asuntos Exteriores, ya que entiende que invade un terreno «exclusivo» del Estado.
Este asunto fue el origen de un nuevo roce entre el Ejecutivo y el PSOE. Los socialistas recordaron que Rajoy está en funciones y, por lo tanto, debe consultar con el candidato a la investidura las decisiones de calado. Por su parte, el Gobierno respondió que Sánchez no se había interesado por este problema en ningún momento y que si tenía tanto interés que hubiera llamado, como sí hizo el líder de Ciudadanos, Albert Rivera.
De este modo, tal y como argumentaron tanto Sáenz de Santamaría como el titular de Justicia, Rafael Catalá, el Ejecutivo acudirá al Alto Tribunal con el informe favorable del Consejo de Estado y de la Abogacía, que entienden que ese Ministerio de Exteriores catalán incumple la Constitución y el propio Estatuto de Autonomía de la región, constituyendo un paso más en el incumplimiento de la sentencia de dicho tribunal que declaró nulo el decreto soberanista y un intento de internacionalizar el conflicto.
CONTRARIO A LA LEY. En su escrito, el Gobierno solicita que se suspenda la decisión por la que se creó ese Departamento de Exteriores ya que, si sigue funcionando, «podría generar consecuencias contrarias al ordenamiento jurídico», puntualizó Catalá.
Además, a juicio del ministro, si el Constitucional admite a trámite el recurso y suspende la norma, el Departamento dejará de existir por lo que el gobierno catalán tendrá que decidir si lo suprime o le cambia el nombre y sus competencias.
Por su parte, desde el PSOE lamentaron que el Ejecutivo en funciones de Rajoy no consulte con el candidato a la investidura las decisiones de calado que afectan a Cataluña. Unas afirmaciones a las que la vicepresidenta contestó que no tienen «ningún inconveniente» en informar a Sánchez, aunque le rogó que, si realmente tiene interés, se «ponga en contacto con Rajoy como ha hecho Albert Rivera», matizó, para que le explique lo que llevan tres semanas contando a la opinión pública.
En este punto, Sáenz de Santamaría aprovechó para echar en cara al secretario general de los socialistas que critique la actuación del Gabinete cuando él no consultó la cesión de senadores a ERC y Democracia y Libertad para que pudieran tener grupo parlamentario propio en la Cámara Alta.
En este sentido, a juicio de la vallisoletana para quejarse primero hay que tener «coherencia», ya que precisamente esas formaciones son las que están «promoviendo» las decisiones separatistas que luego es preciso recurrir ante el Tribunal Constitucional.