Fernández: «Las cifras de criminalidad son alentadoras, pero se deben mejorar»

E. Martín / Toledo
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El ministro del Interior presidió la toma de posesión del nuevo jefe de la Guardia Civil en Castilla-La Mancha, el general Alfredo González Ruiz, en donde reconoció la dificultad económica para incrementar personal y medios

Fernández: «Las cifras de criminalidad son alentadoras, pero se deben mejorar» - Foto: David Pérez

Numerosas autoridades civiles y militares se dieron cita en la mañana de ayer en la toma de posesión del general de Brigada Alfredo González Ruiz, en un acto que duró alrededor de una hora en la Comandancia de Toledo y que estuvo presidido por el ministro del Interior. Jorge Fernández Díaz destacó, en primer lugar, la «brillante» trayectoria de González Ruiz tras más de 33 años de servicio al Cuerpo así como su participación en la fundación del Grupo de Acción Rápida (GAR), que «tanto ha contribuido a combatir la lacra del terrorismo de ETA». Lo hizo en un día en el que precisamente una operación de la Guardia Civil permitió ayer la detención en Francia  de seis personas pertenecientes a la banda terrorista.

Además, habló de cifras alentadoras puesto que la tasa de criminalidad a finales de 2012 fue 5 puntos inferior a la media nacional, es decir, 32 infracciones penales por cada 1.000 habitantes y 37 en el conjunto nacional. «Las cosas se están haciendo bien, pero debemos y podemos mejorar con más medios y personal, pero no es fácil en este momento, vuestro sacrificio pondrá el resto».

Esta nueva etapa que se abre en la vida profesional de González Ruiz comienza marcada por la celebración, el lunes 13 de mayo, del 169 aniversario de la fundación de la Guardia Civil. «La Benemérita, desde entonces, presta servicio en Castilla-La Mancha demostrando las cualidades que imprimió su fundador, el Duque de Ahumada».  

El ministro del Interior, que estuvo acompañado en la tarima presidencial por la presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores Cospedal, y por el director general de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa, quiso hacer hincapié en cómo la institución «es la más valorada por la sociedad como destaca el reciente barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas de abril».

En este sentido, demandó al nuevo jefe de la Guardia Civil en Castilla-La Mancha «la trascendental responsabilidad de proseguir con la mayor eficacia el ejercicio del mando y la máxima eficiencia en la administración de los recursos». Vocación de servicio, capacidad de sacrificio, disciplina, lealtad, honradez y la permanente dedicación al trabajo. Valores que, según el ministro, «siempre deben ser la divisa que ofrezcas cuando lideres a los hombres y mujeres que conforman la Guardia Civil».

Y es que, González Ruiz tiene  desde ayer a más de 5.000 efectivos bajo su mando y que «en la práctica totalidad de la comunidad aseguran la libertad y la seguridad del 70% de la población».

En este sentido, también destacó el esfuerzo realizado para buscar fórmulas que mejoren las infraestructuras de las dependencias oficiales y pabellones y el que está realizando el Cuerpo «en todas las especialidades» para prestar cada día un mejor servicio. Así,  insistió en la necesidad de proteger a los colectivos más vulnerables como las mujeres que sufren violencia de género, menores «e incluso a los discapacitados». También se refirió a los sucesos que en Castilla-La Mancha afectan particularmente como son los sufridos por explotaciones agrícolas y ganaderas. «Requieren una especial atención y de ahí la existencia del plan contra sustracciones y que se haya establecido como objetivo prioritario la inspección y vigilancia para prevenir los robos de metal y, especialmente, el cableado de cobre».

Escraches.

En clara alusión a los escraches, el ministro aseguró ayer que el derecho de una persona termina cuando «empieza el derecho de los demás».  Asseguró que los derechos «deben ejercerse en el ámbito de la Ley, sea el de reunión o el de manifestación, todos tienen sentido en el marco de la Ley».

De este modo, dijo que los derechos a la intimidad personal y familiar, a la inviolabilidad del domicilio, al honor, propiedad privada y salir libremente del domicilio «también deben ser preservados por quienes tienen el derecho constitucional».