Al final, no será a finales de verano tal y como prometió. El ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, explicó ayer que pospone el polémico proyecto de reforma de la Ley del aborto porque su departamento debe «centrar todos los esfuerzos» en responder al «desafío soberanista» catalán, que exigirá la presentación de uno o varios recursos ante el Tribunal Constitucional.
Tras calificar esta semana de «decisiva» ante el anuncio de la Generalitat de que convocará una consulta independentista el 9 de noviembre, comentó que, «previsiblemente, tendremos que interponer uno o más de un recurso ante el Constitucional. En esa tarea estamos. Previsiblemente, esto terminará la semana que viene y entonces hablaré con todos ustedes», añadió el exalcalde de Madrid, cuya posición dentro del Gobierno es cada día más delicada.
Este anuncio se produce días después de que un medio de comunicación publicara que el PP, ante el temor de sufrir una sangría de votos con este asunto, iba a retirar su proyecto incumpliendo de este modo uno de los puntos estrella del programa que presentó en las elecciones generales de 2011.
Tras recibir los aplausos de la oposición -el líder socialista, Pedro Sánchez, se atribuyó incluso el mérito de lograrlo- y de los sectores más progresistas del partido -con el vasco Borja Sémper al frente-, el pasado lunes, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, que estaba precisamente de viaje oficial al Vaticano, indicó que no se había tomado ninguna decisión al respecto y que todo «seguía igual».
Lo cierto es que ahora la patata caliente está en manos del Ejecutivo. Desde el Congreso, el portavoz del PP, Alfonso Alonso, insistió en que su grupo sigue trabajando en la elaboración de la reforma de la Ley del Aborto y «no hay novedades, al tiempo que avisó de que quien intente fracturar al partido volverá a fracasar como, a su juicio, ya ha sucedido con este tema durante esta legislatura.
Mientras, el PSOE quiere que el titular de Justicia, del que se rumorea que podría plantear su dimisión fulminante si la reforma no sale finalmente adelante, aclare hoy en la sesión de control al Gobierno en el Congreso si «renuncia de una vez por todas y para siempre» a este proyecto, y si ha «comprendido ya que no se debe legislar en contra de la libertad de las mujeres». Desde Ferraz se pidió al presidente del Ejecutivo, Mariano Rajoy, que «ponga orden» dentro de su Gabinete porque es «inaceptable» que, en una situación como la que vive España los ministros «estén como están».
Por otra parte, diversos colectivos provida, como Foro de la Familia, dieron de plazo a los populares hasta el próximo 30 de septiembre para que salga a la luz el proyecto, so pena de iniciar una campaña para que no se vote al PP en los próximos comicios.