La violencia 3.0, que es la que se ejerce a través de las redes sociales y los teléfonos móviles inteligentes, tiene un recorrido mucho más rápido, según la organización Themis. Desde que aparecen los primeros indicios, hasta que hay un cambio en el comportamiento de la víctima, apenas transcurren unos meses y, en ocasiones, puede acabar también en violencia física.