El Barcelona dio ayer un importante paso en su lucha por la Liga al superar al Valencia por 2-0 con un gol de Luis Suárez en el primer minuto, otro del argentino Messi en los instantes finales y una decisiva parada del cancerbero chileno Claudio Bravo.

La triple combinación le valió tres puntos preciosos al cuadro azulgrana, que, pese a verse totalmente desbordado por su oponente en la primera parte del choque, reforzó su liderato.

El cuadro levantino solo se vio superado en el minuto inicial del encuentro, cuando Busquets atrapó en el medio campo un balón que sirvió a Messi y el argentino habilitó a Suárez, quien entrando al área en carrera batió a Diego Alves con un disparo cruzado.

A partir de entonces, el equipo local desapareció, engullido por un contrincante voraz, que se benefició de los errores de la zaga catalana y acumuló hasta cinco claras ocasiones para marcar en su constante y rapidísimo acoso.

La más clara la tuvo Dani Parejo en el minuto nueve, en el lanzamiento de un absurdo penalti cometido por Piqué sobre Rodrigo. Claudio Bravo detuvo con un buen movimiento el mal disparo del centrocampista. Fue una de las diversas oportunidades en las que el meta salvó a los suyos de un empate que parecía inevitable.

Además, el portero no atajaba un lanzamiento desde los 11 metros desde el 30 de octubre de 2013, cuando defendía la camiseta de la Real Sociedad.

Con su presión, el Valencia dificultó enormemente la salida del Barcelona, cuyos laterales no encontraron apenas huecos para superar el mediocampo de la escuadra de Nuno, mucho más poblada que la azulgrana.

La combinación de Xavi, Javier Mascherano y Busquets en la medular se mostró muy poco efectiva y Luis Enrique, ya en la segunda parte, buscó aire dando entrada al croata Ivan Rakitic por Adriano, que vio una tarjeta amarilla.

Aún al dictado del conjunto ‘ché’, el líder logró contener mejor a su rival tras el descanso, cuando Messi retrasó su posición al mediocampo azulgrana, más eficiente con la presencia de Rakitic.

La posesión del cuero, que había sido cosa de los visitantes en el primer acto, pasó a los pies de los locales, que pudieron marcar el segundo justo antes del descanso en un enrabiado disparo de Messi que se fue por poco.

A la cruceta. Consciente de la constante amenaza del Valencia, el ariete de Rosario lamentó la ocasión perdida, que tuvo réplica superada la hora de partido, cuando con el juego más controlado, Messi envió a la cruceta del brasileño Alves una falta que le habían hecho en el borde del área.

Para entonces, las revoluciones y el peligro del Valencia habían descendido dramáticamente y el Barcelona, sin exhibiciones, se convirtió en dominador.

Nuno hizo un par de cambios y reservó para el último cuarto de hora al internacional Álvaro Negredo, su último cartucho en la búsqueda del gol que tanto mereció. Pero tampoco con él llegó.

Sin ser demasiado claras, las ocasiones cayeron sobre todo del lado del cuadro catalán, que acabó marcando el segundo tanto, gracias a la insistencia de Messi en el último segundo. Fue el gol número 400 con la camiseta azulgrana para el ‘crack’ albiceleste.

A la italiana, y al verse arrollados en la primera parte, los hombres de Luis Enrique supieron resolver uno de los compromisos más difíciles en lo que resta de campeonato y sumaron tres puntos que pueden valer una Liga.

Por su parte, los blanquinegros ven cortada su racha de imbatibilidad que habían logrado en los últimos 10 compromisos.