El Segura prevé perder un 11% en 15 años y el trasvase no le da garantías

LUIS J. GÓMEZ
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El borrador del Plan de Cuenca augura un futuro complejo. Calcula una reducción de aportes por el Cambio Climático y reconoce que del Tajo-Segura casi nunca llega el máximo

El Segura prevé perder un 11% en 15 años y el trasvase no le da garantías - Foto: Rebeca Serna

Lo del Plan de Cuenca del Segura tiene más curvas que las que traza el propio río desde que nace en Jaén, pasa por el sur de Albacete, atraviesa Murcia y desemboca en Alicante. Ya de por sí, la cuenca tiene un presente complejo al ser una de las deficitarias del país. Pero es que el futuro se prevé más difícil todavía por el impacto del Cambio Climático. El borrador, colgado en la página web de la Confederación Hidrográfica del Segura,  calcula una reducción de las aportaciones naturales del 11% de aquí a diez años. Es decir, con horizonte 2027.

La comparativa con los años anteriores marca ya esta tendencia. Los recursos de aportaciones naturales medias llegan a los 848 hectómetros cúbicos al año si se empieza a contar desde 1940. Sin embargo esa media baja a 704 hectómetros, si se empieza a contar desde 1980. Esas cifras medias que se calculan en la actualidad bajarían con la reducción del 11% por el impacto del Cambio Climático. En 2027 las aportaciones naturales serán de 755 hectómetros al año si se toma la media desde 1940 y de apenas 626 si se coge la media desde 1980. En ambos casos se perderán entre 75 y 100 hectómetros al año.

Con ese panorama, los aportes extra que podía obtener del trasvase Tajo-Segura no parece que serán suficientes... porque tampoco lo son ahora. En el inventario de recursos hídricos del borrador destaca «la insuficiente garantía» del acueducto Tajo-Segura. El documento recoge que las normas permiten trasvasar al año hasta un tope de 600 hectómetros cúbicos, pero que sólo un año se llegó a ese volumen máximo en toda la historia del trasvase.

Aunque se llegase al máximo, el Segura tampoco puede contar con esas cifras. Y es que el propio documento descuenta 60 hectómetros que se pierden en el camino. De esta forma «descontando las pérdidas entre la cabecera del Tajo y el Segura», el Plan de Cuenca cuenta como máximo con 400 hectómetros para regadío y con 140 hectómetros para abastecimiento. En total, el tope autorizado que llegaría a la cuenca sería de 540 hectómetros.

Sin embargo, desde el Segura asumen que ese volumen no les llega. El borrador hace los cálculos desde el 1980 hasta el 2006 y le sale que de media al año se han trasvasado 320 hectómetros cúbicos, es decir un 60% del máximo al que podrían aspirar en el Levante. De los 400 hectómetros que podrían recibir para regadíos, calculan que de media han llegado 203 hectómetros. Y de los 140 hectómetros para regadío, saben que de media les ha llegado 117.

Las nuevas normas del plan del tajo. Pero es que la situación puede cambiar todavía más en función del Plan del Tajo que se apruebe. El borrador del Segura se queda con que hasta ahora la raya mínima de los embalses de cabecera del Tajo, Entrepeñas y Buendía, está en 240 hectómetros cúbicos. Es decir, que por debajo de ese nivel en los dos pantanos está prohibido trasvasar. Es lógico que tome esa referencia porque es la que está en vigor. Sin embargo, el Plan del Tajo, que está pendiente de aprobar, establece una barrera superior. La sube a 400 hectómetros cúbicos. De hacerse realidad, esto supondría mayores reducciones de las aportaciones del trasvase al Segura, sobre todo en años de sequía. Con este límite de los 400 hectómetros sólo en la última década el trasvase habría estado cerrado durante tres años y medio completos.

El borrador del Segura tampoco tiene en cuenta el impacto que el Cambio Climático tendrá en los recursos del Tajo y que, por tanto, podría influir en el número de hectómetros que reciben por el trasvase. Aun así, asumen que un efecto habrá. El documento del Segura especifica que el impacto del efecto del Cambio Climático en los volúmenes del trasvase «deberá ser objeto del Plan Hidrológico Nacional». Es decir, que este punto se aplaza al debate del Pacto del Agua que el ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, quiere consensuar con todas las comunidades autónomas una vez que se vayan cerrando este año los planes de cada cuenca.