No todos los extranjeros que ponen su mirada en residir en nuestro país y, en concreto, en nuestra región y nuestra provincia lo hacen por motivos laborales. Son la mayoría, es cierto, pero también hay una pequeña parte que consigue la correspondiente autorización para poder disfrutar de una estancia en nuestro territorio con una finalidad: estudiar.Programas de intercambios europeos, como el Erasmus, que es probablemente el ejemplo que más nos suena, han favorecido este tipo de movilidad, si bien se circunscribe a los países de este continente, cuando, en realidad, el ámbito de procedencia extraeuropeo es considerablemente superior.Acoger a estudiantes extranjeros no deja de ser una oportunidad para que Albacete se dé a conocer al mundo. Sus tradiciones, costumbres, fiestas, gastronomía son empapadas por estos jóvenes -puesto que prácticamente todos tienen menos de 40 años-, que posteriormente servirán de correa de transmisión en sus lugares de origen.