El Albacete Balompié regresa a Riazor 14 años después del último enfrentamientos. Un campo en el que nunca ganó el equipo manchego, aunque la última vez que coincidieron en Segunda División ambos acabaron logrando el ascenso directo a Primera.
El duelo promete. El Alba lleva 12 jornadas sin perder y no quiere apearse de los puestos de ascenso directo.  En las dos últimas jornadas de la primera vuelta sólo pudo empatar, lo que evitó llegar al ecuador de la competición como líder de la categoría. Con ilusión y confianza en el gran trabajo realizado hasta ahora, el equipo de Luis Miguel Ramis tratará de aprovechas la dudas generadas por el Deportiva de La Coruña en las últimas jornadas.
Los gallegos, con la exigencia de estar en lo más alto de la tabla, se encuentran en pleno bache de juego y resultados. Sólo han ganado uno de  los últimos seis partidos y no ha logrado marcar en los últimos tres, de ahí que haya bajado a una cuarta plaza demasiado pobre para las exigencias que tienen. Una gran presión, sin duda, de la que se puede aprovechar un Alba con la moral por las nubes.

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