El Sescam reparte 75.000 dosis de la vacuna antigripal en la provincia

TERESA ROLDÁN
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La campaña se inició el lunes, al igual que en el resto de la región, aunque es competencia de cada centro de salud establecer el calendario y horario de vacunación para la población

Una paciente del centro de salud Zona VII recibe la vacuna para prevenir la aparición de la gripe de manos de una enfermera. - Foto: RUBÉN SERRALLÉ

Tal y como anunciaba ayer el consejero de Sanidad y  Asuntos Sociales, José Ignacio Echániz, la campaña de vacunación contra la gripe se ha iniciado esta semana en toda la comunidad. En el caso concreto de la provincia de Albacete, las dosis disponibles para vacunar a la población albacetense, distribuidas entre los distintos centros de salud y centros hospitalarios son 75.000, una cifra ligeramente inferior a las adquiridas en la temporada pasada por el Gobierno regional, que ascendieron a 77.500.

Aunque la mayor parte de las dosis están en los centros de salud, siempre se deja una pequeña cantidad, unas 2.100 unidades para los centros hospitalarios.

De las 75.000 dosis que de momento hay disponibles en la provincia, 6.700 se han repartido entre Almansa y su comarca;11.900 en la zona de Hellín, 11.000 en la comarca de Villarrobledo y 45.400 para el resto de la provincia y la capital y pedanías.

La vacuna diseñada este año incluye una mayor inmunización frente al virus AH3 que se espera que en mayor medida circule entre los casos que genere la enfermedad, que en su  mayor pico de incidencia como es habitual todos los años alcanzará las proporciones de epidemia.

En la temporada pasada en torno al 80% de la población de riesgo de contraer esta enfermedad fue vacunada, siendo la tasa acumulada de casos superior a los 2.000 por cada 100.000 habitantes, similar al año anterior. No obstante, el año pasado el umbral epidémico se alcanzó en la última semana de 2013, por lo que la epidemia se adelantó dos semanas frente a lo habitual. Aunque la mayor incidencia se concentró en la población joven y en los niños, los casos más graves que precisaron hospitalización correspondían con personas mayores de 65 años.

En concreto, en toda Castilla-La Mancha fueron 175 las personas con gripe que precisaron hospitalización, de las que 45 eran de la provincia de Albacete. De hecho, el 80% de los casos graves tenían factores de riesgo asociados y de estos en más de un 90% no estaban vacunados.

Como todos los años cuando se inicia la campaña de vacunación antigripal, que este año finalizará a finales de diciembre, son los centros de salud los que determinan y fijan su calendario vacunal, es decir, los horarios en los que la población debe acudir a la consulta de enfermería para que le administren una dosis y así conseguir la inmunidad frente al virus de la gripe.

El coordinador del centro de salud Zona VII, el doctor Juan Solera, indicó que en ese centro son 2.100 las vacunas  disponibles, para las que tendrán prioridad los grupos de riesgo. Vacunas que ayer mismo empezaron a ser usadas por la población de riesgo fiel a esta vacuna. Ese fue el caso de Montse Valverde, paciente del doctor Solera, que con 64 años, lleva desde los 40 administrándose la vacuna antigripal. «Desde que me pongo la vacuna no he sufrido de gripe y sin embargo antes solía tener varios episodios al año».

Diferencias. El doctor Solera aclaró que en esta época del año no es habitual que se produzcan casos de gripe, sino que ahora el cambio estacional lo que provoca son resfriados, de ahí la importancia, en su opinión de distinguir ambas dolencias y, sobre todo, de no automedicarse, por los riesgos que esto conlleva  para la salud.

En su opinión, el resfriado es una infección leve de nariz y garganta que lo puede causar más de 200 tipos distintos de virus, mientras que la gripe es una infección de las vías respiratorias causada por un el virus influenza. La diferencia más notable estriba en que  la gripe suele cursar con fiebre alta y dolores musculares, además de con malestar general.

En ambos casos los consejos a seguir para combatir los síntomas pasan por la ingesta de líquidos en abundancia, el reposo y la ingesta de analgésicos.