Los amantes de la estación más calurosa del año están de enhorabuena, porque el estío de 2012 se alargará durante 93 días y 15 horas, o lo que es lo mismo, será el verano más largo del siglo.

La estación astronómica comenzó el jueves 21 de junio a las 01,09 horas en la Península Ibérica, según datos del Instituto Geográfico Nacional, y se prolongará hasta la llegada del otoño, el próximo 22 de septiembre.

El inicio de las temporadas viene dado, por convenio, por aquellos instantes en los que la Tierra se encuentra en unas determinadas posiciones en su órbita alrededor del Sol. En el estío, este emplazamiento se da en el punto de la eclíptica en el que la estrella luminosa alcanza su lugar más boreal. Así, el día que esto ocurre, el Sol alcanza su máxima declinación norte y, durante varios días, su altura máxima al mediodía no cambia. A esta circunstancia se le llama solsticio (sol quieto) de verano. Justo en este instante, en el hemisferio sur comienza la estación de invierno.

Dicha jornada del sexto mes del año es la de mayor duración y, en torno a esa fecha, se encuentra el día en el que el Sol sale más pronto y en el que se pone más tarde.

El verano puede comenzar en tres momentos diferentes, entre el 20 y el 22. A lo largo del presente siglo XXI, el más tempranero será el de 2096 y el inicio más tardío fue el de hace nueve años.

El 21 siempre es el día de mayor duración. Así, en Madrid, es de 15 horas y tres minutos, frente a las nueve horas y 17 minutos que durará la jornada más corta (el 21 de diciembre). Al mismo tiempo, el 27 de junio será cuando el astro se pondrá más tarde.

Entre los fenómenos de interés astronómico para 2012 destaca la tradicional lluvia de estrellas de las Perseidas -también conocida como Las lágrimas de San Lorenzo-, que sucederá hacia el 12 de agosto, y su observación durante esta estación será mejor que en el 2011 por coincidir con la Luna en fase cercana al cuarto menguante.