«¡Abre la maldita puerta!»

AGENCIAS
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Gritos de desesperación. El capitán del avión exigió hasta el último minuto a Lubitz que le dejara entrar en la cabina

A tan solo un día de cumplirse una semana de la tragedia que el pasado martes sesgó la vida de las 150 personas que viajaban a bordo del avión de la compañía Germanwings en los Alpes, el análisis de la primera caja negra encontrada en la zona del siniestro sigue arrojando datos claves para esclarecer cómo fueron los minutos previos a que la nave se estrellara contra el macizo rocoso.

Según recogió ayer el diario alemán Bild, el capitán del aparato intentó entrar en la cabina a golpe de hacha tras exhortar al copiloto Andreas Lubitz a que abriera la puerta. «Por el amor de Dios, abre la puerta. ¡Abre la maldita puerta!», gritó Patrick Sondheimer durante los últimos instantes del fatídico vuelo.

 Las grabaciones recogidas por la Fiscalía francesa revelan un lapso de unos 11 minutos desde que el capitán abandona la cabina para ir al aseo hasta que el avión se estrella en los Alpes.

 Nada más terminar la comprobación del protocolo de aterrizaje, sobre las 10,27 de la mañana, el copiloto Andreas Lubitz indica al capitán Sondheimer que ya puede abandonar la cabina para ir al lavabo. «Ya puedes salir», exclama Lubitz. Dos minutos después, el aparato comienza su descenso.

 A las 10,32 horas, los controladores de tráfico intentan contactar con el avión, pero no logran obtener respuesta. Es en ese momento cuando se escucha un fuerte golpe en la puerta. Es el capitán Sondheimer, consciente de que el avión ha iniciado el descenso e intenta entrar en la cabina, donde Lubitz se encuentra encerrado, solo.

 «Por el amor de Dios, abre la puerta», grita Sondheimer. A las 10,35 -siempre según la hora de la grabación-, se puede escuchar «otro fuerte ruido metálico» contra la puerta de la cabina, posiblemente los golpes de hacha que propina el capitán.

 Tan solo un minuto más tarde, Sondheimer grita «¡Abre la maldita puerta!». Es la última vez que se escucha su voz en la grabación de la caja negra.

 El avión se estrelló a las 10,40 horas, según los registros de vuelo. Lubitz permaneció en silencio durante todo el descenso e ignoró hasta dos avisos de la computadora para ganar su altitud.

Salud deteriorada.

Una vez encajadas las piezas del rompecabezas sobre qué sucedió dentro de la cabina en los minutos previos a que el avión se estrellara, los investigadores intentan dar respuesta a qué pudo pasar por la mente del copiloto alemán para ejecutar tal vil acción.

Las últimas revelaciones sobre los problemas de salud que sufría el alemán, publicadas por el citado diario germano, ponen de relieve las importantes deficiencias de visión que podía sufrir en el momento de la tragedia. Y es que algunas fuentes aseguran que Lubitz padecía un desprendimiento de retina que le hacía temer que acabaría perdiendo su licencia de vuelo y con ello su sueño de convertirse en piloto de la aerolínea. Sin embargo, no está claro si esta patología estaría causada por causas fisológicas o por una enfermedad psicosomática, es decir, que su desencadenante fueran factores psicológicos como el estrés.

 A este respecto, otro periódico germano, Welt am Sonntag, sostiene que el copiloto «fue tratado por varios neurólogos y psiquiatras» que le recetaron medicamentos que aparecieron dentro de su apartamento de Dusseldorf y que se desconoce si llegó a tomar.

El pasado domingo, algunas fuentes revelaron que los investigadores podrían haber encontrado en el lugar del siniestro restos de Lubitz, lo que sería fundamental para poder concluir si estaba tomando algún tipo de fármaco. Hay que recordar que el causante de la tragedia ocultó a la compañía Germanwins que se encontraba de baja cuando voló.

La que podría conocer esta circunstancia es su novia, con la que podría haber discutido diás antes del accidente, otra de las causas que se apuntan como posible desencadenante de su inestabilidad. Precisamente, el periódico alemán Bild am Sonntag, publicó que la joven reveló a sus alumnos del instituto donde trabajaba que estaba embarazada.